Hoy te voy a ayudar a resolver algunas dudas sobre qué son las sesiones de preboda y cuál es la conveniencia de realizarlas.
Si estás preparando tu boda, uno de los asuntos que, desde mi punto de vista, tiene una gran importancia es la elección de la persona que se encargará de guardar los Recuerdos de ese día en forma de fotografías.
Las razones por las cuales elegir a un fotógrafo de bodas o a otro son muchas y variadas. Desde el estilo fotográfico, a las técnicas usadas, el procesado de las fotos, los posados o las fotografías naturales, el trato y como no, el precio. Muchas parejas empiezan a buscar fotógrafo en base al precio, en base a un presupuesto, cosa que, sinceramente pienso que es un error. No puedes supeditar tus Recuerdos, a un presupuesto. Cuando pase el día de la Boda, lo único que te quedará de él serán los recuerdos y ésos, con el paso del tiempo, se irán emborronando en tu mente hasta no quedar más que una leve esencia de todo lo que fue. Por eso la importancia de elegir bien a esa persona que a través de la fotografía creará para ti verdaderos tesoros tangibles que perdurarán toda la vida.
Y si hablamos de razones a la hora de elegir, pienso que la principal de todas ellas, es que tu fotógrafo tenga una sensibilidad especial para ver y captar con su cámara las emociones que se irán sucediendo a lo largo de ese maravilloso día. Porque esa sensibilidad a la hora de ver, será la que hará que, cuando veas tus fotos con el paso de los años, continúes sintiendo la emoción del primer día.
Pero para conseguir esto, es fundamental que el feeling y la relación de la pareja con su fotógrafo sea especial. Debe haber química entre ellos. Y para que esto suceda están las sesiones de preboda o Love Session.
Y ¿Cuáles son las razones por las que debes realizar esta sesión? Vamos por partes para que todo quede claro:
1. Crear empatía
No es lo mismo, el haber hablado con tu fotógrafo en su oficina, por teléfono, mail o Skype para negociar la contratación de tu reportaje y que ese sea el único contacto hasta el día de la Boda donde se presentará en tu casa con toda la parafernalia de cámaras, objetivos, flashes... y que será tu sombra las próximas 12 horas, a que, esa persona, lo puedas considerar como un amigo, un invitado más de vuestro evento, más que como a un profesional que contratáis para obtener un servicio.
En las sesiones de preboda, la relación entre los novios y su fotógrafo se hace cercana, se crean vínculos emocionales que serán fundamentales para que el día de la Boda no sea un extraño con un cacharro en la mano ante vosotros.
2. Hacerlo todo más fácil
Durante esa sesión y tal como vaya avanzando, iréis perdiendo el miedo y la tensión a poneros delante de un fotógrafo con su cámara. El diálogo y el intercambio de sensaciones y pensamientos hará que cada momento os sintáis más cómodos delante de la cámara, incluso hasta el punto de llegar a desconectar y olvidaros que hay alguien ahí junto a vosotros.
Eso dependerá también en gran medida del estilo de trabajo que tenga vuestro fotógrafo. Desde aquellos que basan sus fotografías en posados previamente estudiados y que producen imágenes "cliché" y que se sabe que van a funcionar, incluso a producir sensación de espectacularidad, a aquellos otros, como es mi caso, en los que su método de trabajo es el buscar la espontaneidad de la pareja, la naturalidad entre ellos. Sois personas, no modelos. Sed como sois y eso es lo mejor para conseguir fotografías donde os podáis sentir identificados y que generen en vosotros sentimientos y emociones sinceras. Imágenes que os darán un pellizco cuando las veáis con el paso del tiempo.
3. Resultados naturales
Poniendo mi ejemplo como método de trabajo, durante las sesiones intento interferir lo mínimo posible en las sensaciones que van surgiendo entre la pareja. Sólo doy una pequeña charla al inicio de la sesión donde intento aplicar la psicología de las emociones para crear ese feeling entre la pareja. Cuando eso ocurre (siempre ocurre), el resultado de las imágenes obtenidas son brutales.
Y pasa, que esa tensión inicial a lo desconocido, al tipo con la cámara, se van diluyendo cuando los sentimientos comienzan a ser los protagonistas. Es entonces cuando la magia ocurre y nos regala momentos inolvidables.
4. Descubrir que se puede disfrutar.
Llegados a este punto, la relación entre pareja y fotógrafo es especial y todos, cada uno en su papel, no hacen otra cosa que disfrutar del momento. Y el compartir ese disfrute mutuo crea más empatía. Os aseguro que el día de la boda, ese fotógrafo no será un extraño para los novios y que todos esos momentos que se sucederán ese día van a ser vividos con intensidad, con emoción, sin la tensión de que hay un tipo con una cámara persiguiéndote.
5. La planificación y los consejos
Dentro de ese clima de armonía entre pareja y fotógrafo, es un buen momento para hablar del gran día. De cómo se van a planificar los tiempos, los espacios, los consejos para que vuestras fotos luzcan como os merecéis. Porque es importante tener en cuenta las recomendaciones que tu fotógrafo haga en cuanto a localizaciones, ubicaciones, incluso consensuar el horario de la ceremonia para que el resultado a nivel fotográfico sea el de máxima calidad posible a nivel técnico y emocional. No os olvidéis que la fotografía es el arte de capturar la luz. Y la luz puede tener muchos matices y condiciones que sólo el fotógrafo sabe valorar para daros un resultado excelente en vuestras fotos. Escúchalo y déjate aconsejar. Merece la pena el realizar algunos cambios para que el producto final haga que se te caiga la baba.
6. Sed vosotros mismo
Un consejo de corazón, y que os doy por experiencia para ese gran día: Sed vosotros mismos. No os disfracéis de lo que no sois porque luego no os vais a reconocer en vuestras fotos.
Novia, no te pases con el maquillaje si en tu día a día apenas lo usas.
No lleves el pelo recogido si nunca lo llevas.
Buscad un vestuario acorde con vuestro estilo sin llegar a disfrazaros de nada.
Y guiaros con el corazón.
Es uno de esos días en los que hay que hacerle caso al corazón. Tened en cuenta que es la única vez que vais a vivir juntos ese momento. Hacedlo como vosotros queráis, a vuestro gusto, cuidando todo al mínimo detalle de vuestros sueños. No os dejéis manipular por las tradiciones, y los arraigos. Es vuestro día y lo debéis vivir tal como lo habéis soñado y no como otros quieran hacéroslo vivir.
Son charlas, que durante la sesión, os doy ya como amigo y no como fotógrafo.
¿Te has dado cuenta? Al principio de iniciar la lectura del artículo éramos extraños y sin embargo ahora, lo que más me apetece es irme de cervezas contigo y hablar de tus sueños, de tus ilusiones.
Eso es lo que ocurrirá en tu sesión de preboda. Lazos emocionales que se crearán y que harán que el gran día, todo vaya a pedir de boca.
Conclusiones
Disfrutad!!! Y de verdad, no dejes pasar la oportunidad de hacer esa sesión de previa con tu fotógrafo de bodas. Lo vas a agradecer en el futuro.
El Creador de Recuerdos